Menestra de Verduras


La menestra, aunque citada en 1837 como cierto genero de guisado o potaje hecho de diferentes hierbas o legumbres por el Diccionario de la Real Academia, es guiso relativamente moderno. Cervantes decía que "menestra" es voz italiana, reciente en su tiempo y, si se consulta la abundante bibliografía gastronómica española, vemos que su receta no aparece hasta bien entrado nuestro siglo. Parece ser que este plato, tan popular hoy en día en nuestra tierra, empezó siendo mas bien un "potaje" o "macedonia", donde se mezclaban todas las verduras. Posiblemente su propagación fue debida, como la de toda la verdura en general, al descubrimiento de su importancia, tanto desde el punto de vista gastronómico como esencialmente dietético, cuando de tuvo noticia de tres aportaciones fundamentales: las vitaminas (Hopkins y Eijkman no reciben hasta el año 29 el Nóbel por su descubrimiento), por su contribución de sales minerales tan valiosas en dietas de pocas calorías y, finalmente, por la importancia de la fibra alimentaria en la fisiología digestiva. Ello supuso un considerable aumento del consumo de verduras tratadas hasta entonces en los grandes recetarios nacionales sin darles la importancia debida, ya que únicamente eran consideradas como parte fundamental en la dieta de enfermos.

La menestra es, sin duda, la receta cumbre dentro de la amplia gama de preparaciones que de verdura se hacen en España, y típica de regiones que poseen ricas huertas, sobresaliendo entre ellas las que se hacen por tierras murcianas, castellanas y de la ribera del Ebro, todas ellas excelentes, con personalidad y diferentes, e incluso dispares dentro de una misma zona, como sucede en el Ebro, donde se diferencian la aragonesa, riojana y tudelana. En tanto que en la primera entran numerosas verduras, que se unen con un sofrito de longaniza y tomate, en la riojana, compuesta por distintas variedades de verdura alguna de ellas, una vez cocida se reboza con huevo y se fríen antes de unirlas. Finalmente tenemos la menestra autentica de Tudela, que únicamente admite cuatro verduras, las llamadas grandes por los "gourmets" y cuya producción coincide solamente durante un corto periodo de primavera, unos veinte días de mayo concretamente en la Mejana tudelana: alcachofas, espárragos, guisantes y habas. Y ninguna otra. Como condimento, otra verdura también fresca: el ajo.

Ingredientes y cantidades:

Docena y media de alcachofas (que debe ser la verdura ligeramente dominante), un kilo de espárragos, un kilo de guisantes, un kilo de habas en grano pequeño, ajos frescos, aceite de oliva, jamón (sobre 150 g.) entreverado y una cucharada de harina.

Forma de hacerla:

Las habas y guisantes se desgranan. Los espárragos y alcachofas se deben limpiar con generosidad, "sin que haga duelo".
Las verduras se cuecen por separado, en agua salada hirviendo y echándolas poco a poco para que no pierda el hervor, a excepción del espárrago, que hay que cocerlo poniéndolo en agua fría, que se sala en el momento en que rompe a hervir, y a partir de entonces por veinte minutos. En muchos pueblos de la Ribera acostumbran a unir, a una con la sal, un poquito de azúcar.

En una cazuela de barro plana –tartera la llaman los riberos-, se pone a fuego el aceite –que debe ser de Barillas o Ablitas-, al que se le unen los ajos frescos picados. Justamente hechos, se añade el jamón troceado, que sea mas bien dulce y tenga tocino. Se rehoga convenientemente y, ya hecho, se le une una cucharada de harina. Seguidamente se van uniendo las verduras, empezando por las alcachofas, cuya agua a no ser que estén muy escurridas, es suficiente para hacer el guiso, las habas y guisantes y finalmente los espárragos. Se deben mezclar bien –pues nada tiene que ver con el "panaché"-, meneando bien la cazuela, sin dar nunca vueltas a las verduras con la cuchara, pues se desharían. Si hiciera falta un poquito de agua, esta debe ser de la sobrante de la cocción de los espárragos, ya que la de las alcachofas ennegrece el guiso. Tras dejar "gozar" un rato, se sirve.

Es plato que encierra la dificultad de su sencillez. Las verduras deben tener el punto exacto de cocción y la ejecución del plato no debe pasar de los veinte minutos. Hay que tener especial cuidado con el aceite, ya que, aunque las verduras absorben mucho, no debe aparecer, y su textura ha de ser correcta, es decir, que tienda mas a seca que a acuosa. En la menestra tudelana están prohibidos los tallos de las alcachofas, el chorizo y la cebolla. Los tudelanosdicen que el secreto reside en que la verdura pase de la mata al puchero, se cuezan en la misma agua con que son regadas.Marín Royo señala que el éxito de la especialidad, mas que de la receta en si, viene dado por la calidad de las verduras, que llevan fama de ser las mejores de España. Es de los platos mas maltratados por parte de algunos de los llamados tratadistas gastronómicos, que, sin haberla degustado in situ ni haberla copiado bien, dan de ella unas recetas que no son sino pobres parodias.Existe otra receta, extendida por toda Navarra, que es la menestra de cordero, "herbarum et carnium opsonium" la define el antes citado Diccionario, y que consiste en la unión de diversas verduras a un guiso de cordero.