El trigo

El trigo ha sido la base de la alimentación de los países mediterráneos durante 4.000 años. Las preparaciones de su harina mezclada con agua o leche aparecen ya en textos Bíblicos. Gachas a base de trigo y cebada eran ya cocinadas en el antiguo Egipto y en Babilonia. Los griegos conocían mas de 70 clases de pan y preparaban una mezcla de harina y huevos a la que llamaban lettytis. Gachas y tortas eran la base de la alimentación de las legiones romanas. Los visigodos preparaban el pulte, un puré a base de harina de trigo o de mijo a la que añadían legumbres machacadas. Y por fin los árabes introducen el alcuzcuz, pasta de harina y miel cocida al vapor y ligada con puré de garbanzos.Muchas de estas gachas, dándoles forma y cociéndolas en horno o al rescoldo de brasas, van a ser el origen de las distintas formas de tortas y del pan, que a su vez serán el origen de otros platos, como las empanadas. Y si en lugar de cocerlos las freímos, tendremos la base de otras preparaciones como las distintas migas, croquetas, buñuelos, churros y tejeringos. En cuanto a la pasta, si bien existe la teoría de que fue Marco Polo quien la trajo de China a Italia y de aquí se extendió por todo el Mediterráneo, no hay que olvidar los antecedentes que se pueden ver en la cocina andalusí de los s. X y XI, como los Trii (fideos), citados por IbnRazin, que se hacían con trigo duro, agua y sal, formando una masa que se frotaba entre las palmas de las manos hasta formar unos fideos gruesos, para luego hacer, utilizando los dedos, bolitas en forma de grano de trigo, que se dejaban secar al sol. Esta forma de preparación es el antecedente de los gurullos que todavía se pueden encontrar en muchos platos de la Alpujarra almeriense y granadina