El Chocolate


Chocolate proviene de la palabra azteca que xocolatl que significa "alimento de los dioses", a esos árboles nativos de la selva amazónica y que crecen solamente a 20 grados al norte y 20 grados al sur del Ecuador en América. Este delicioso producto se incorpora a numerosas recetas y postres exquisitos.En el México azteca, donde por primera vez lo vieron los europeos, el cacao era la bebida favorita de los emperadores, que eran considerados dioses. El primer europeo que probó el chocolate fue Hernán Cortés, invitado por Moctezuma, El chocolate era tan caro que era bebida de los altos mandatarios. En México, su origen, se utilizaba como dinero en lugar de monedas, con ocho semillas se compraba un conejo. El chocolate llego a España desde México, hacia 1520.El verdadero introductor del chocolate en París parece haber sido el cardenal Richelieu (1585-1642). El chocolate era considerado en esa época como un medicamento, desde ahí paso a Inglaterra hacia 1657. El suizo Cailler fabrico en 1820 las primeras tabletas comestibles y Henry Nestlé le incorporo leche al chocolate sólido.Científicos estadounidenses encontraron una buena razón para que los adictos al chocolate no se sientan culpables de comer este manjar: esta golosina contiene unas sustancias llamadas flavonoides que ayudarían a mantener el corazón sano y facilitar una buena circulación sanguínea y que favorecían el intercambio de serótina en el cerebro, que alivian la depresión y el dolor del abandono amoroso, según ciertos expertos el chocolate alivia los males de amores.El estudio estableció que los ácidos grasos que se encuentran en el cacao se hallan en estado libre y al ser consumidos en una bebida se insertan en la membrana de la bacteria Helicobacter pylori, causándole la muerte y librándonos de ella. Según los científicos los efectos antibacterianos del cacao superan a los del té verde, bebida tradicional del Japón, y a los del café al poseer una gran capacidad antioxidante, sino también provoca una modulación de ciertas sustancias que afectan a nuestros vasos sanguíneos. Los antioxidantes son sustancias que ayudan a reducir el daño de las partículas cancerígenas del cuerpo.